Adaptar el trabajo en equipo a un futuro que ya llegó

Trabajo en espacios de coworking

Elegir entre las nuevas posibilidades

Como compartimos con ustedes en nuestra última entrada, la irrupción de la pandemia generó cambios profundos en la dinámica de trabajo de los equipos, que implican la necesidad de adaptación por parte de todos los roles y en las más diversas estructuras organizacionales: empleados, managers, líderes de equipo, staff de apoyo; a todos les tocó reconvertirse.

Ahora bien, por un lado, encontramos que este hecho representa dificultades a nivel operativo, es decir, coordinación de tareas, de reuniones periódicas, de actividades en conjunto. En este aspecto, asistimos a un boom de plataformas digitales que facilitaron (y lo siguen haciendo) la transformación digital de los procesos: Zoom, GMeet, Slack, ClickUp, son algunos ejemplos de software antes desconocido. También se impusieron con las restricciones de movilidad las plataformas de pago digitales.

Ya hablamos entonces del entorno digital en el cual se comenzaron a desarrollar muchas actividades. Desde otro lugar, consideramos importante pensar qué pasa con todos los colaboradores (sin distinción de funciones) en cuanto al entorno físico en el cual trabajan, ya que el home office que se disparó con la pandemia impactó de manera diversa entre los y las trabajadoras, dependiendo (no sólo) de las tareas realizadas, de la situación habitacional y de la sociabilización con los colegas.

A medida que la situación epidemiológica lo fue permitiendo, muchos trabajadores volvieron a sus antiguas oficinas y empezó a tener lugar el contraste entre modalidades de trabajo. Desde ya, hay respuestas para todos los gustos y en todo caso, una de las primeras conclusiones a las que podemos llegar es que ganó la flexibilidad. Esto es: la posibilidad de alternar entre modalidades tradicionales y home office, o la no-necesidad de ir a la oficina para trabajar.

Las antiguas oficinas, las casas particulares y los coworkings son entornos posibles para trabajar y donde dar lo mejor de sí agregando valor según las preferencias. Estos últimos espacios colaborativos tienden ahora en todo el mundo a popularizarse, atrayendo a nuevos segmentos de usuarios. Por otro lado, muchas empresas consideraron adaptar sus instalaciones a modalidades de trabajo híbridas, también con el incentivo de reducir costos fijos de instalaciones ociosas. En Argentina el 43% de las empresas decidió que sus colaboradores no retornarán a su lugar de trabajo en el corto o mediano plazo, según lo refiere un estudio de la consultora global Mercer sobre 391 compañías realizado a fines de abril.

El panorama hacia adelante está abierto: colaborar es el mejor camino. Esto significa escuchar todas las voces ya que es un proceso de cambio que afecta transversalmente a toda la estructura organizacional. A partir de cada situación concreta se recomienda evaluar las mejores alternativas teniendo como marco de referencia la amplitud de opciones a las que nos referimos. El momento histórico actual puede marcar un punto de inflexión para aquellos equipos y empresas que logren, a partir de la flexibilidad, una mejor adaptación laboral que redunde en un aumento de la productividad y en una mayor eficiencia.

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