Otro año que va terminando, uno nuevo que comienza

proyectar para el año que viene
La planificación siempre reduce nuestro margen de error a futuro.

¿Qué es lo que pasó y qué es lo que viene?

Como todos los años, a medida que se acerca diciembre, comenzamos a leer notas que nos incitan a hacer balances de fin de año. Un recuento de logros alcanzados y pendientes que tendremos que resignarnos a cancelar de la lista o patear para el año próximo. Esta no es la excepción, no vamos a mentirles, pero sí queremos ofrecerles algunos disparadores a partir de los que podemos planificar mejor lo que viene.

Desde bien comenzado el 2020 fuimos testigos de muchos cambios abruptos que rompieron con hábitos que considerábamos inmutables. Muchos de esos cambios perduraron en el tiempo hasta hoy, marcando una nueva forma de hacer las cosas: comercio electrónico, presencia digital de las empresas, adaptación logística de la distribución, centradas más que nunca en la facilidad de entrega al cliente. Hacia adelante, buenas noticias. El año próximo podemos proponernos crecer desde lo aprendido y a partir de las adaptaciones realizadas. No parece que la pandemia vaya a condicionarnos el 2022 como lo ha hecho hasta ahora. En ese sentido, lo que viene es mejor.

El contexto local

Por otro lado, y no desvinculado de lo anterior, tenemos la casi siempre convulsionada economía argentina, que nos fuerza a aprender a hacer malabares y ser pioneros en adaptación al entorno. Dentro de todos los pronósticos económicos que dan vueltas, y haciendo un balance de los escenarios que se analizan para lo que viene el año entrante, la economía parece haber tocado fondo en muchas de sus variables y comenzado a rebotar, y si bien no es posible notarlo de igual manera en todos los sectores de la economía, lo cierto es que ‘del piso sólo queda crecer’ y desde este precepto podemos hacer un diagnóstico de situación y proyectar objetivos hacia el futuro.

Con esto queremos plantear que a los períodos de fuerte recesión como los que (aún) vivimos le siguen períodos de recuperación, en los que se dinamiza la producción y el consumo. En nuestro país eso se traduce en oportunidades de inversión productiva, en acceso a financiamiento para llevarla a cabo y en la ampliación del mercado con posibilidad de acceso a nuestros productos y servicios. Por supuesto que los resultados no son lineales, y hay muchos factores que pueden volcar el destino de un proyecto hacia el éxito o el fracaso, pero siempre es la planificación la que nos reduce el margen de error.

Es por eso que en esta entrada que les compartimos como para ir cerrando el año y empezar a pensar en el próximo, los animamos a proyectar, a planificar y a pensar en crecer en lo que viene. Así como hay que estar preparados en momentos de incertidumbre para ‘aguantar y esperar que aclare’, también es preciso tener el timing correcto para salir a buscar nuestra parte del crecimiento esperado.

Desde Fundar no sólo los instamos a proyectar y planificar, sino que los acompañamos en el camino, pensando junto a ustedes cuáles son las variables más importantes a tener en cuenta, qué factores pueden incidir en nuestros proyectos y cómo, para lograr juntos el mejor de los resultados posible.

Buen cierre de año y que el 2022 venga lleno de proyectos!!

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